martes, 22 de marzo de 2011
Romanticismo...
Maria...Maria...
Casi recuerdo la clase de español en grado noveno cuando lei : Maria de Jorge Isaac, desde ese dia me dedique a buscar novelas en la bilioteca del colegio aislandome del mundo exterior en las horas de recreo.
Al comienzo de la novela Efraín es enviado a estudiar a Bogotá y es despedido por su madre, su hermana Emma y su prima María, aún de corta edad.
Tras seis años de ausencia, Efraín regresa al hogar paterno y encuentra que su prima María se ha convertido en una bellísima adolescente. Ambos jóvenes se enamoran y en un ambiente de paisajes líricos rodeados por los suyos, viven su pasión amorosa y romántica. De forma repentina, María cae enferma, víctima de ataques de epilepsia, el mismo mal por el que murió su madre. Ante esto, Efraín atraviesa a caballo el río, en medio de una creciente, para traer al médico que sanará a María.
La joven mejora aparentemente por lo que el idilio continúa desarrollándose. El padre de Efraín decide envíarlo a Europa a terminar sus estudios de medicina, lo que hace que los jóvenes enamorados se vean obligados a separarse en medio de fervientes promesas.
Durante un año la relación se mantiene mediante cartas, hasta que Efraín recibe la noticia de que María ha empeorado y sólo su presencia podría salvarla, por lo que emprende el regreso, pero cuando llega, María había muerto. Para Efraín fue muy dolorosa su partida por que fue la pérdida de su gran amor, y sumergido en su tristeza arranca la mata de rosas que María había sembrado como símbolo de su amor, recorre todos los lugares que disfrutaron hasta llegar a la tumba de su amada, y postrado en ella observa como el canto de un pájaro negro posado en la tumba, confirma la partida de su eterno amor.
Allí, le coloca la mata de rosas y Emma, su hermana, le entrega las trenzas que María se había cortado antes de morir así como sus últimas palabras.
Casi recuerdo la clase de español en grado noveno cuando lei : Maria de Jorge Isaac, desde ese dia me dedique a buscar novelas en la bilioteca del colegio aislandome del mundo exterior en las horas de recreo.
Al comienzo de la novela Efraín es enviado a estudiar a Bogotá y es despedido por su madre, su hermana Emma y su prima María, aún de corta edad.
Tras seis años de ausencia, Efraín regresa al hogar paterno y encuentra que su prima María se ha convertido en una bellísima adolescente. Ambos jóvenes se enamoran y en un ambiente de paisajes líricos rodeados por los suyos, viven su pasión amorosa y romántica. De forma repentina, María cae enferma, víctima de ataques de epilepsia, el mismo mal por el que murió su madre. Ante esto, Efraín atraviesa a caballo el río, en medio de una creciente, para traer al médico que sanará a María.
La joven mejora aparentemente por lo que el idilio continúa desarrollándose. El padre de Efraín decide envíarlo a Europa a terminar sus estudios de medicina, lo que hace que los jóvenes enamorados se vean obligados a separarse en medio de fervientes promesas.
Durante un año la relación se mantiene mediante cartas, hasta que Efraín recibe la noticia de que María ha empeorado y sólo su presencia podría salvarla, por lo que emprende el regreso, pero cuando llega, María había muerto. Para Efraín fue muy dolorosa su partida por que fue la pérdida de su gran amor, y sumergido en su tristeza arranca la mata de rosas que María había sembrado como símbolo de su amor, recorre todos los lugares que disfrutaron hasta llegar a la tumba de su amada, y postrado en ella observa como el canto de un pájaro negro posado en la tumba, confirma la partida de su eterno amor.
Allí, le coloca la mata de rosas y Emma, su hermana, le entrega las trenzas que María se había cortado antes de morir así como sus últimas palabras.
jueves, 17 de marzo de 2011
EL CID.
Literatura Medieval....EL CID.
Cantar primero, el destierro de Mio CID.
El Rey de Granada Almudafar, quería atacar al Rey de Sevilla, Almutamiz, (estos dos se odiaban a muerte), Almudafar, tenia ‘amistades’, o contactos muy poderosos, conde García Ordoñez, y Fortún Sánchez -- yerno del Rey don García de Navarra – y Lope Sánchez... todos estos, querían calentar al Rey de Sevilla, el Cid, no le gusto mucho lo que iban a hacer así que, les mando unas cartas suplicándoles que no atacaran al Rey de Sevilla. El Rey de granada y su ‘tropa’ pasaron de las suplicas del Cid, y atacaron al Rey de Sevilla, Almutamiz, el Cid reunió fuerzas y se enfrento al Rey de Granada, derrotándole. Todo lo que consiguió en esa batalla, se lo llevó al Rey de Sevilla. Este le dio el sobrenombre de CID CAMPEADOR, el Cid lo agradeció, y su Rey Alfonso VI, se sentía orgulloso de su vasallo. La gente se sentía envidiosa, y empezó a hablar mal del Cid, el Rey como tenia algo de rencor, por algo que le había hecho en el pasado el Cid, no tardo mucho en escucharlos. El Cid estaba muy contento, pero de repente, llegó una carta diciendo que sé fuera del reino en un plazo de unos nueve días, reúne a sus vasallos, y estos se destierran con él, se van de vivar, pero en Burgos nadie se atreve a hospedarle, ya que el Rey ha dicho que el que lo hospede, ¡que se prepare!. Así es que el Cid y sus vasallos, siguieron su camino, llegó Martín Antolinez, para proveer de bienes al Cid, como el Cid estaba empobrecido se le ocurrió hacer unas arcas, y llenarlas de arena, y vendérselas a Raquel, y Vidas (unos judíos), se trató y se las vendió por unos seiscientos marcos.
El Cid parte hacia Cardeña, mientras que Martín Antolinez se vuelve a casa. El Cid se despide de su mujer y de sus hijas y le deja al abad don Sancho unos 150 marcos para que cuide a su familia y le dice que por cada uno que gaste él le dará cuatro más. Se despide y se va (con él se van un centenar de castellanos),
Caminan toda la noche hasta llegar a Castejón, que cae en poder del Cid (por sorpresa). Más adelante en el reino moro de Toledo, tributario del Rey Alfonso, se marcha (pasa de largo porque no quiere lidiar con el Rey Alfonso).
El Cid acampa sobre Alcocer, y se enfrenta a los moros que son muchos más que él, derrota a los moros, y se lleva un gran botín, tiene clemencia con los moros, y los pone a servir. Más adelante, el Cid se va de aquí, y vende el castillo de Alcocer a los moros. Entra en el reino del Rey de Barcelona, y este se pone echo una furia, el Cid trata de calmarlo, pero el Rey le ataca, vence el Cid y hace prisionero al Rey, el cual quiere morirse de hambre, el Cid no lo permite y lo deja marchar a cambio de que coma algo.
Cantar segundo, cantar de las bodas.
A partir de aquí, el Cid se dirige a Valencia, donde poco a poco vence a los moros y al Rey de Sevilla, y se hace con todo el reino de Valencia, manda unos regalos al Rey Alfonso. Este los acepta y perdona al Cid y permite que este se lleve a sus hojas y a su mujer, a valencia, Minaya, que es el intermediario, se lo agradece, y se va. Los Infantes que ven que el Cid se hace rico y que esta forrado, y se quieren casar con las hijas del Cid, hablan con el Rey Alfonso, y este le dice arreglan una cita con el Cid, en estas vistas (en el río Tajo) acuerdan que se casen y se casan, el representante del rey Alfonso, que es Minaya, casa a los Infantes con las hijas del rey, el Cid y sus hijas están muy contentos. Pasados unos días cuando el rey marroquí, llamado Bucár, quiso conquistar valencia, los Infantes se echaron atrás en la batalla, y el Cid les dijo que no hacia falta que lucharan.
Cantar tercero, cantar de corpes.
Estando el Cid dormido, el león que tenia, se escapó los Infantes se asustaron, y se escondieron, y el Cid se enfrentó al león y lo acobardó. Entonces los Infantes fueron objeto de risas y de bromas. Para vengarse, decidieron ir a Carrión y llevarse a las hijas del Cid, y maltratarlas por el camino, así hicieron y cuando el Cid se enteró avisó al rey don Alfonso y le dijo que quería concertar una corte en la que el pudiera retar a los Infantes de Carrión, y así vengar el mal que le habían hecho a su hijas. El rey Alfonso acepto, y quedaron un día determinado para realizar la corte, ese día el Cid llegó y pidió a los Infantes que le devolvieran las espadas, Colada y Tizón, ellos se las dan, el Cid vuelve a reclamar los tres mil marcos que les habían dado, ellos como ya se los habían gastado, le pagaron con especies de Carrión.
Entran en la corte los Infantes de Navarra y Aragón, que piden al Cid la mano de sus hijas, y este las acepta, y de nuevo las pone en manos de rey don Alfonso. Los retos de los del Cid a los de Carrión: martín Antolinez, con Diego González, vence Martín. Muño Gustioz, vence a Asur González Pedro Bermúdez vence a Fernando. Los del Cid vuelven a valencia con la cabeza alta y el Cid casa a sus hojas con los Infantes de Aragón y Navarra, están muy felices y se acaba el cantar.
El Rey de Granada Almudafar, quería atacar al Rey de Sevilla, Almutamiz, (estos dos se odiaban a muerte), Almudafar, tenia ‘amistades’, o contactos muy poderosos, conde García Ordoñez, y Fortún Sánchez -- yerno del Rey don García de Navarra – y Lope Sánchez... todos estos, querían calentar al Rey de Sevilla, el Cid, no le gusto mucho lo que iban a hacer así que, les mando unas cartas suplicándoles que no atacaran al Rey de Sevilla. El Rey de granada y su ‘tropa’ pasaron de las suplicas del Cid, y atacaron al Rey de Sevilla, Almutamiz, el Cid reunió fuerzas y se enfrento al Rey de Granada, derrotándole. Todo lo que consiguió en esa batalla, se lo llevó al Rey de Sevilla. Este le dio el sobrenombre de CID CAMPEADOR, el Cid lo agradeció, y su Rey Alfonso VI, se sentía orgulloso de su vasallo. La gente se sentía envidiosa, y empezó a hablar mal del Cid, el Rey como tenia algo de rencor, por algo que le había hecho en el pasado el Cid, no tardo mucho en escucharlos. El Cid estaba muy contento, pero de repente, llegó una carta diciendo que sé fuera del reino en un plazo de unos nueve días, reúne a sus vasallos, y estos se destierran con él, se van de vivar, pero en Burgos nadie se atreve a hospedarle, ya que el Rey ha dicho que el que lo hospede, ¡que se prepare!. Así es que el Cid y sus vasallos, siguieron su camino, llegó Martín Antolinez, para proveer de bienes al Cid, como el Cid estaba empobrecido se le ocurrió hacer unas arcas, y llenarlas de arena, y vendérselas a Raquel, y Vidas (unos judíos), se trató y se las vendió por unos seiscientos marcos.
El Cid parte hacia Cardeña, mientras que Martín Antolinez se vuelve a casa. El Cid se despide de su mujer y de sus hijas y le deja al abad don Sancho unos 150 marcos para que cuide a su familia y le dice que por cada uno que gaste él le dará cuatro más. Se despide y se va (con él se van un centenar de castellanos),
Caminan toda la noche hasta llegar a Castejón, que cae en poder del Cid (por sorpresa). Más adelante en el reino moro de Toledo, tributario del Rey Alfonso, se marcha (pasa de largo porque no quiere lidiar con el Rey Alfonso).
El Cid acampa sobre Alcocer, y se enfrenta a los moros que son muchos más que él, derrota a los moros, y se lleva un gran botín, tiene clemencia con los moros, y los pone a servir. Más adelante, el Cid se va de aquí, y vende el castillo de Alcocer a los moros. Entra en el reino del Rey de Barcelona, y este se pone echo una furia, el Cid trata de calmarlo, pero el Rey le ataca, vence el Cid y hace prisionero al Rey, el cual quiere morirse de hambre, el Cid no lo permite y lo deja marchar a cambio de que coma algo.
Cantar segundo, cantar de las bodas.
A partir de aquí, el Cid se dirige a Valencia, donde poco a poco vence a los moros y al Rey de Sevilla, y se hace con todo el reino de Valencia, manda unos regalos al Rey Alfonso. Este los acepta y perdona al Cid y permite que este se lleve a sus hojas y a su mujer, a valencia, Minaya, que es el intermediario, se lo agradece, y se va. Los Infantes que ven que el Cid se hace rico y que esta forrado, y se quieren casar con las hijas del Cid, hablan con el Rey Alfonso, y este le dice arreglan una cita con el Cid, en estas vistas (en el río Tajo) acuerdan que se casen y se casan, el representante del rey Alfonso, que es Minaya, casa a los Infantes con las hijas del rey, el Cid y sus hijas están muy contentos. Pasados unos días cuando el rey marroquí, llamado Bucár, quiso conquistar valencia, los Infantes se echaron atrás en la batalla, y el Cid les dijo que no hacia falta que lucharan.
Cantar tercero, cantar de corpes.
Estando el Cid dormido, el león que tenia, se escapó los Infantes se asustaron, y se escondieron, y el Cid se enfrentó al león y lo acobardó. Entonces los Infantes fueron objeto de risas y de bromas. Para vengarse, decidieron ir a Carrión y llevarse a las hijas del Cid, y maltratarlas por el camino, así hicieron y cuando el Cid se enteró avisó al rey don Alfonso y le dijo que quería concertar una corte en la que el pudiera retar a los Infantes de Carrión, y así vengar el mal que le habían hecho a su hijas. El rey Alfonso acepto, y quedaron un día determinado para realizar la corte, ese día el Cid llegó y pidió a los Infantes que le devolvieran las espadas, Colada y Tizón, ellos se las dan, el Cid vuelve a reclamar los tres mil marcos que les habían dado, ellos como ya se los habían gastado, le pagaron con especies de Carrión.
Entran en la corte los Infantes de Navarra y Aragón, que piden al Cid la mano de sus hijas, y este las acepta, y de nuevo las pone en manos de rey don Alfonso. Los retos de los del Cid a los de Carrión: martín Antolinez, con Diego González, vence Martín. Muño Gustioz, vence a Asur González Pedro Bermúdez vence a Fernando. Los del Cid vuelven a valencia con la cabeza alta y el Cid casa a sus hojas con los Infantes de Aragón y Navarra, están muy felices y se acaba el cantar.
Una clase de literatura digital.
NUESTRAS LECTURAS...
CRONICA DE UNA MUERTE ANUNCIADA... DE GABRIEL GARCIA MARQUEZ.
El unico que le puso alas de mariposa a la realidad...
Acaso sea Crónica de una muerte anunciada la obra más "realista" de Gabriel García Márquez, pues se basa en un hecho histórico acontecido en la tierra natal del escritor.
Cuando empieza la novela, ya se sabe que los hermanos Vicario van a matar a Santiago Nasar -de hecho ya le han matado- para vengar el honor ultrajado de su hermana Ángela, pero el relato termina precisamente en el momento en que Santiago Nasar muere.
El tiempo cíclico, tan utilizado por García Márquez en sus obras, reaparece aquí minuciosamente descompuesto en cada uno de sus momentos, reconstruido prolija y exactamente por el narrador, que va dando cuenta de lo que sucedió mucho tiempo atrás, que avanza y retrocede en su relato y hasta llega mucho tiempo después para contar el destino de los supervivientes.
La acción es, a un tiempo, colectiva y personal, clara y ambigua, y atrapa al lector desde un principio, a pesar de que conoce el desenlace de la trama.
La dialéctica entre mito y realidad se ve potenciada aquí, una vez más, por una prosa tan cargada de fascinación que los eleva hasta las fronteras de la leyenda.
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